
Aranceles, incertidumbre y cadenas de suministro globales: Cómo prepararse desde la planeación
En el entorno actual, las cadenas de suministro globales enfrentan una presión sin precedentes. La combinación de factores como los aranceles, la desaceleración del PIB, la volatilidad cambiaria y las disrupciones logísticas internacionales ha desafiado la resiliencia operativa de las empresas. Los impactos son múltiples: caída en niveles de servicio, desabasto de materiales, incremento de costos, desbalance del capital de trabajo, erosión de márgenes y cambios estructurales en la contribución marginal del portafolio.
En México, esta complejidad se amplifica. Si bien el país goza de ventajas como la cercanía con EE.UU. y un entorno favorable para el nearshoring, también enfrenta retos como un diferencial de tasas con EE.UU., la apreciación del peso, y la próxima renegociación del T-MEC, todo esto en un contexto de fortalecimiento de políticas arancelarias por parte de sus principales socios comerciales.
¿Cómo responder ante esta complejidad?
La respuesta no puede ser reactiva. Las empresas necesitan redefinir, alinear y digitalizar sus procesos de planeación a lo largo de tres niveles complementarios:
1.
Operating Model Strategy
(Horizonte: 1 a 5 años)
Propósito: Alinear la infraestructura, capacidades tecnológicas y organizativas con la visión estratégica del negocio.
Aplicación en LATAM:
- Rediseño de redes logísticas considerando escenarios de nearshoring y reshoring.
- Selección de países con ventajas arancelarias (T-MEC, Mercosur, Alianza del Pacífico).
- Digitalización de procesos de supply chain de largo plazo.
Relevancia ante los aranceles:
Un modelo operativo robusto permite anticipar y absorber impactos derivados de tarifas, cambios fiscales o restricciones al comercio internacional.
2.
SyncUp 360º
(Horizonte: 1 a 18 meses)
Propósito: Evaluar continuamente escenarios de riesgo económico, político y comercial que afecten la cadena de suministro.
Aplicación en LATAM:
- Simulación del impacto de nuevos aranceles y medidas retaliatorias.
- Evaluación de tratados comerciales vigentes o en negociación.
- Análisis integral aduanero, logístico y fiscal con apoyo de herramientas de analytics e inteligencia artificial.
Valor diferencial:
Permite a los equipos corporativos anticipar disrupciones y redirigir la estrategia antes de que los impactos se materialicen.
3.
Integrated Business Planning (IBP)
(Horizonte: 1 a 18 meses)
Propósito: Vincular la estrategia con la ejecución diaria en áreas comerciales, logísticas, de marketing y finanzas.
Aplicación en LATAM:
- Reajuste continuo del pronóstico y abastecimiento.
- Activación de estrategias como cambio de origen de proveedores, uso de drawback y optimización del portafolio.
- Gestión dinámica del inventario y del flujo entre plantas y centros de distribución.
4.
Una Torre de Control como Mecanismo Integrador
Para que estos tres niveles trabajen en armonía, es clave implementar una torre de control que actúe como sistema nervioso central, integrando la inteligencia estratégica, la visión táctica y la información en tiempo real. Esta torre de control puede activar acciones coordinadas ante señales de disrupción, facilitando una respuesta ágil y orquestada.
Acciones tácticas derivadas
- Revisión del footprint logístico (plantas, CEDIS, proveedores).
- Segmentación de estrategias de abastecimiento según criticidad y riesgo.
- Reevaluación de la contribución marginal del portafolio considerando el impacto arancelario.
- Ajustes dinámicos en los flujos logísticos planta–CEDIS–cliente final.
Conclusión
La incertidumbre no desaparecerá. Pero las organizaciones que integren procesos de planeación estratégica, táctica y de monitoreo en tiempo real, estarán en mejor posición para proteger su rentabilidad, adaptarse al entorno global y aprovechar las ventajas que ofrece la región. En LATAM, donde convergen desafíos y oportunidades únicas, el rediseño inteligente de la cadena de suministro ya no es una opción: es una necesidad estratégica.
